Día Internacional de la Preservación de los Bosques Tropicales

26 de Junio de 2022

El 26 de junio se celebra el Día Internacional de la Preservación de los Bosques Tropicales. En 1999 el Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación del PNUMA, WWF y el Programa Hidrológico de la UNESCO establecieron este día con el objetivo de fomentar acciones sostenibles y armónicas con el ambiente mediante el manejo adecuado de los bosques de las zonas tropicales del planeta.

Los bosques tropicales no son parques. Cuando pensamos en los bosques, imaginamos árboles altos muy espaciados entre sí, ríos y una vida abundante. Pero en realidad, la selva es un espacio mucho más complejo, caótico, cambiante e intrincado. Los bosques tropicales representan un desafío para la supervivencia humana y un reto para su inclusión en cualquier modelo económico si no se generan estrategias particulares y sostenibles. 

Los bosques tropicales son conocidos por albergar bosques extensos, importantes para la fijación del carbono, la regulación de ciclos geoquímicos y por ser hotspots de biodiversidad. Además, son reguladores hidrológicos del planeta, espacios donde transitan ríos gigantes y hogar de misteriosas culturas que han sabido adaptarse a ellos. Sin embargo, son mucho más que eso. Son espacios “vivos”, donde viven millones de personas en escenarios complejos, generalmente con muchas necesidades y problemas. Esto genera, además de una necesidad de conocimiento profundo de estas sociedades, un desafío para cualquier proyecto que desee gestionarse en ese escenario. Por ello, es un desafío que la experiencia y las buenas prácticas pueden transformar en una oportunidad para el desarrollo sostenible. 

Gracias a las redes sociales y los medios de comunicación, estos pueblos están cada vez más integrados en un mundo globalizado e interconectado. Su visión y perspectiva cambia y se adapta a un mundo tecnológico y, aunque aún persisten muchas necesidades, se están generando soluciones desde estos pueblos. Estamos en un proceso largo y complejo, pero necesario para que las políticas de preservación de los bosques tropicales sean legitimadas y no impuestas. Para que la sostenibilidad no sea solo económica o ambiental, sino social.