Las compañías del sector hidrocarburos deben presentar el cronograma del Sistema de Gestión de Seguridad de Procesos antes de noviembre
Las nuevas medidas en seguridad de procesos para instalaciones con actividades de refinación y procesamiento de hidrocarburos están recogidas en el nuevo reglamento.
Pasados cuatro años desde la publicación de la Resolución de Consejo Directivo RCD 206-2016-OS/CD, que definía las bases para implementar un sistema de gestión de seguridad de procesos en instalaciones donde se realizan actividades de refinación y procesamiento de hidrocarburos y que quedó sin efectos inmediatos por su confuso planteamiento, a finales del año pasado el Gobierno del Perú hizo público el RCD 203-2020-OS/CD, un documento que establece las disposiciones necesarias para la implementación y correcta operación del sistema de Gestión de Seguridad de Procesos en dichos emplazamientos.
La nueva Resolución, que está inspirada en los estándares de la organización estadounidense OSHA (Occupational Safety and Health Administration), resume 16 elementos que tienen como principal objetivo salvaguardar la integridad de las instalaciones que trabajan con sustancias químicas peligrosas, basándose en aplicar buenas prácticas de diseño, ingeniería, operación y mantenimiento. Estos elementos deben estar ejecutados y sustentados con procedimientos que evidencien cómo desarrollar, implementar, medir y evaluar la eficacia de cada uno y del sistema en su conjunto.
Con el fin de estructurar conceptualmente los elementos descritos en la resolución, se pueden organizar en tres grandes áreas: el compromiso con la Seguridad de los Procesos, el entendimiento de peligros y gestión del riesgo y la mejora continua.
Hasta hace poco tiempo, la normativa nacional ha estado enfocada en la gestión del hardware de la propia instalación como principal estrategia para la Gestión de la Seguridad del Proceso, sin embargo, se ha dado un salto conceptual incorporando aspectos de software en la legislación. El principal de ellos es la apuesta por una cultura de seguridad de procesos principalmente generativa, que realmente se preocupe por la seguridad a todos los niveles y que esté promovida por el conjunto de actores que componen la estructura orgtanizacional de cada empresa. La participación activa de los empleados de diferentes rangos se vuelve esencial para que la seguridad de las instalaciones esté garantizada y se deleguen las distintas responsabilidades.
El siguiente bloque es principalmente técnico, donde el entendimiento de los peligros inherentes a los procesos involucrados y la subsecuente gestión de los riesgos asociados, a partir de una estrategia operativa (procedimientos operacionales, prácticas seguras de trabajo, gestión de cambios, gestión de emergencias, disciplina operacional) permitirán asegurar la integridad de las instalaciones y la continuidad de los negocios.
A pesar de que la frecuencia con la que ocurren de accidentes catastróficos en esta industria es muy baja, hace falta que suceda tan solo una vez para que el impacto sea demoledor. Por ello, la Resolución destaca la importancia de las lecciones aprendidas y de la búsqueda por una mejora continua para que no se repitan errores pasados. Así pues, se debe medir el desempeño del sistema de la compañía y tener preparadas diversas respuestas a posibles escenarios no deseados.
A las compañías que manejan actividades de refinación y procesamiento de hidrocarburos a las cuales sea aplicable esta Resolución, la nueva normativa otorga un plazo de un año desde su aprobación, es decir, hasta el próximo mes de noviembre, para desarrollar un cronograma de implementación, el cual deberá contemplar un plazo no mayor a cuatro años para ser desplegado.
Como consultoría especializada y con vasta experiencia en gestión de riesgos, TEMA tiene el firme compromiso de asesorar y acompañar al sector (empresas, entes rectores, comunidad, academia, etc.) en el proceso de interpretar, diseñar y desplegar el modelo del Sistema de Gestión de Seguridad de Procesos requerido por la autoridad.